¿Qué combustibles de biomasa se pueden usar con las estufas de Sosener?

Muchas y variadas son las ventajas que tiene usar las estufas que tenemos a la venta en Sosener y que pertenecen a la Sosener. No obstante, una de las más significativas y que más valoran los clientes es que se pueden utilizar con distintos tipos de biomasa. ¿Por qué es eso un beneficio? Entre otras cosas porque permite que se pueda ahorrar notablemente, ya que se recurrirá a hacerlas funcionar con uno u otro en base al que en ese instante tenga un precio más económico en el mercado.

No obstante, entre los biocombustibles más importantes al respecto se encuentran los siguientes:

Pellet

Absolutamente natural es este elemento, que se ha convertido quizás en el favorito de quienes ya tienen en casa una de nuestras soluciones de climatización. En concreto, el mismo no sólo destaca porque es un residuo orgánico sino también porque no contamina, porque tiene un valor bastante reducido, porque es muy limpio y porque consigue que esas estufas funcionen de manera perfecta.

Esas son sus cualidades más notables, pero tampoco podemos pasar por alto otra relevante: se puede encontrar de distintos tipos. ¿Quieres conocer algunos? Te los mostramos a continuación:

  • Pellet de madera, que es el más habitual y que se obtiene a partir de desechos de talas o podas e incluso del trabajo en carpinterías. Tiene una densidad estupenda, es muy económico e incluso sus cenizas se pueden llegar a emplear como abono.

  • Pellet de posos de café. Aunque no es quizás el más frecuente, poco a poco ha ido experimentando un notable crecimiento este tipo de biocombustible que se puede obtener a través de cápsulas, de residuos que se generan en bares…

  • Pellet de sarmientos de viñas, que, como su propio nombre indica, se obtiene de los residuos que se logran al podar las viñas.

  • Agripellet. Bajo tan singular término se encuentra la biomasa de forma granulada que se consigue al unir lo que son residuos agrícolas, como desechos de cereales, con madera que se obtiene, por ejemplo, a partir de podas como las mencionadas.

Huesos de aceituna

En los últimos años ha experimentado un notable aumento en la demanda los huesos de aceituna como biomasa para hacer funcionar a las estufas y calderas. Esto es debido no sólo al precio tan económico que esos tienen sino también a que cuentan con otras propiedades que les convierten en una opción realmente interesante, eficaz y eficiente.

En concreto, entre sus ventajas más significativas podemos destacar las siguientes:

  • Cuentan con una elevada densidad.

  • Se identifican por tener un más que contundente poder calorífico.

  • Su humedad es baja, se encuentra de manera aproximada en torno al 13%.

  • Se considera que una solución de climatización que funcione con este combustible puede reducir notablemente el gasto energético. ¿Cuánto? Los últimos estudios realizados reconocen que puede disminuir hasta el 70%.

  • Son una solución realmente limpia, lo que supone que faciliten de manera notable lo que es el mantenimiento del dispositivo en cuestión.

  • Contaminan muchísimo menos que cualquier combustible tradicional.

Astillas de madera

El tercero de los combustibles de biomasa que más se utilizan por parte de nuestros clientes con las estufas que tenemos ahora a la venta en Sosener es el que se da en llamar astillas de madera. Como podemos imaginar por su nombre se trata de un tipo de residuo orgánico que se obtiene a partir de lo que son los troncos de los árboles y de las pertinentes ramas.

Para conseguirlo se recurrirá a la utilización de la consabida maquinaria, una astilladora, que facilitará la obtención de este elemento.

A pesar de lo expuesto, no podemos dejar pasar por alto el hecho de que, de la misma manera, nuestras soluciones también pueden funcionar, si así se desea, con otros tipos de biomasa. ¿No sabes con cuáles? A continuación te dejamos más ejemplos:

  • El secado de maíz, que se utiliza, por regla general, mezclado con pellet de madera y que se caracteriza porque cuenta con una larga durabilidad, porque reduce de manera contundente la posibilidad de que se pueda producir una explosión en la estufa y porque es limpio a la par que económico.

  • Las cáscaras de frutos secos. Dentro de este grupo se hallan las cáscaras de almendras, las de avellanas e incluso las de nueces que tienen en común que no contaminan, que son baratas y que permiten lograr una calidez estupenda en cualquier hogar.

  • Los huesos de cerezas. Se alaban como biomasa porque su humedad es inferior al 8%, porque retienen el calor muy bien y porque, al igual que todos los biocombustibles citados, están a la venta por unos precios realmente asequibles a cualquier bolsillo o, al menos, a un valor más económico que el gasóleo o el gas natural, por ejemplo.