Quienes confían en nuestra empresa, en Sosener, a la hora de conseguir una estufa o una caldera lo hacen, entre otras muchas cosas, porque quieren tener en casa un ambiente agradable pero sin causar ningún daño al medio ambiente. ¿Cómo lo logran? Con nuestras soluciones que usan como combustible la biomasa, sí, esos residuos orgánicos que no contaminan y que ofrecen un estupendo rendimiento.
Esos dos motivos, unidos al hecho de que aquella permite conseguir un importante ahorro económico porque tiene un precio mucho más reducido que el gasóleo o el gas natural, dan como resultado que cada vez sea mayor la demanda de dispositivos que la usan.
Si tú estás pensando en adquirir uno para tu hogar, posiblemente te estés preguntando “pero, ¿cómo funciona?”. Sigue leyendo y descubrirás las claves al respecto:
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Como hemos mencionado, lo que hace es utilizar materia orgánica como fuente de energía. En concreto, recurre al empleo de sarmientos de viñas, huesos de aceitunas, pellet, huesos de cereza…
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Esa biomasa lo que hace es colocarse en el quemador correspondiente de la caldera o estufa en cuestión. Y allí, concretamente, lo que hace es quemarse de manera progresiva, mediante el pertinente proceso de combustión, lo que supone que vaya generando calor que, entre otras cosas, se transmitirá al intercambiador existente para crear el citado ambiente cálido y también para poder tener agua caliente en la casa.
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Las soluciones de climatización de ese tipo que cuenten con acumuladores o a las que se les añada estos, además, lo que ofrecerán es la posibilidad de almacenar el calor que sobra y que se ha generado para poder utilizarlo cuando se necesite.
A grandes rasgos, estos podemos decir que son los pilares fundamentales que hay que conocer sobre las calderas y estufas que funcionan con biomasa, las cuales requieren disponer de un espacio para el almacenamiento de la misma.
Todo esto viene a explicar el auge y éxito de ese tipo de dispositivos en el mercado, aunque tampoco hay que olvidar que garantizan otras ventajas, tales como las siguientes:
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Permiten darle salida a una serie de residuos orgánicos que de otra manera no se podrían utilizar para nada y que incluso podrían llegar a producir graves daños al ecosistema.
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Están generando la creación de nuevos puestos de trabajo y de nuevas salidas profesionales.
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Brindan la oportunidad de que los ciudadanos de a pie puedan tener en casa calderas y estufas mucho más limpias y seguras.
