Es innegable que cada vez más personas apuestan por acometer la compra de una estufa o de una caldera que funcione con biomasa. Lo hacen porque tienen conciencia medioambiental, es decir, porque quieren cuidar y proteger el medio ambiente, ya que dicho tipo de biocombustible no contamina.
Todo eso sin pasar por alto que, de la misma manera, al emplear ese tipo de dispositivos lo que están haciendo es ahorrar. Sí, lo has leído bien, ahorrar, pues la mencionada biomasa tiene un precio mucho más económico que cualquier combustible tradicional.
Pellet, huesos de aceitunas, huesos de cerezas, sarmientos de viñas…Todos estos son tipos de biocombustible que se pueden usar en soluciones de climatización como las que tenemos a la venta en Sosener. No obstante, no podemos pasar por alto tampoco que a todas ellas hay que sumar más variedades como sería el caso, por ejemplo, del piñón.
La cáscara de ese mencionado producto se está empleando desde hace tiempo como biomasa con grandes resultados. En el caso de que tú te estés pensando ahora el poder utilizarla como tal, sigue leyendo pues, a continuación, te vamos a dar a conocer algunas señas de identidad respecto a la misma:
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Una de las grandes ventajas que tiene como combustible es que dispone de un más que notable poder calorífico, de ahí que se haya convertido en la opción favorita de muchas personas que quieren conseguir tener la mejor calidez en sus hogares. Concretamente el mismo es de unas 4 Kcal / kilo aproximadamente.
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De la misma manera, se resalta el hecho de que tiene poca humedad, tan sólo es del 11%. Y a todo eso hay que añadir su durabilidad del 100%.
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Otra de las señas de identidad de la cáscara del piñón como biocombustible es su densidad de 650 kg / m3.
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Por regla general, se puede adquirir en el mercado en dos variantes diferentes: en sacos de 25 o 30 kilos y también en lo que se da en llamar Big Bag, que se presenta con 750 kilos.
A grandes rasgos, estos podemos decir que son los aspectos que más importancia e interés despiertan respecto a este tipo de biomasa que se está consolidando en el mercado y que cada vez es más demandado. Y a eso contribuye de manera irremediable su precio que es muy económico, como hemos mencionado, en comparación al gasóleo o al gas natural.