Todo sobre la astilla como biocombustible

Las estufas y calderas que funcionan con biomasa, como las que tenemos en Sosener, son las que en estos momentos “marcan tendencia”. ¿Por qué? Porque funcionan con residuos orgánicos que son más económicos, porque ofrecen más seguridad, porque brindan la misma potencialidad que otras que utilizan los llamados combustibles tradicionales y porque no contaminan.

Todas esas razones, y algunas más, son las que han llevado a hacer que, a la hora de adquirir soluciones de climatización, se elija a las que funcionan con huesos de aceitunas, sarmientos de viñas, corteza de árbol, huesos de cerezas, secado de maíz…Una larga lista de biocombustibles a la que podemos añadir también la astilla, concretamente la de madera.

Se trata de un elemento ese último del que merece la pena conocer ciertos datos tales como qué ofrece o porqué se usa:

  • Cuenta con un alto grado de eficiencia y se ha convertido en la biomasa más utilizada, especialmente en lo que son calderas de gran tamaño.

  • Se puede comprar a granel eligiendo, eso sí, el tipo de madera del que se quiera que proceda, ya que cada uno ofrece unas ventajas u otras al consumidor. En concreto, se establece que entre las que mejor rendimiento tienen están las de encina.

  • Esa astilla se obtiene a partir de restos de poda, de lo que son talas absolutamente controladas e incluso de madera que se ha optado por recuperar para este fin después de que árboles se hayan caído por tormentas o lluvias, de residuos de fábricas de muebles… Todo esto deja patente una de sus principales ventajas: que es muy fácil de producir.

  • Brinda una estupenda relación entre lo que es la potencialidad, debido al carbono e hidrógeno que posee, y su precio.

  • La astilla no podemos olvidarnos que se puede utilizar también consiguiendo grandes resultados tanto en estufas y calderas de viviendas como en sistemas de corte similar para invernaderos, secaderos, en las calefacciones para granjas…

  • Para poder emplear esta biomasa como combustible se hace necesario seguir un proceso de transformación de la madera que se sustenta en pasos tales como el secado, el tratamiento o el proceso de obtención de las astillas, que suelen tener un tamaño aproximado de 3 centímetros de longitud aproximadamente.

  • Otro gran beneficio de este material como biocombustible es que, en muchos casos, sirve para darle salida a residuos orgánicos que, de otra manera, sólo estarían como suciedad de los bosques y podrían ser causantes de todo tipo de daños para los mismos.